martes, 1 de julio de 2014



                           RUINAS  DEL  MONASTERIO  DE  SAN  VICTORIÁN

            Situado sobre la sierra Ferrera en el Sobrarbe (Huesca), cercano al pueblo de Los Molinos, pertenece al municipio de El Pueyo de Araguás. 
           Fue durante mil años el centro espiritual de Sobrarbe.
           Se le considera el monasterio más antiguo de España, erigido por el rey godo  Gesalaico en 506, llamado San Martín de Asán. Sus primeros sesenta años fue gobernado por San Victorián. 
            Tras la invasión árabe los monjes huyeron y el monasterio arruinado.
            Fue Sancho Garcés III de Pamplona hacia 1015 el que lo restauró y lo  enriqueció con donaciones.
            Ramiro I de Aragón concluyó la restauración de su iglesia, cambió el nombre por el de San Victorián, lo convirtió en Capilla Real y lo declaró exento de toda jurisdicción episcopal. En un documento de 1049 Ramiro I y su mujer Ermesinda señalan su zona de influencia "desde Matidero hasta el rio Ésera y desde la sierra de Arbe hacia dentro".
            Sancho Ramírez de Aragón lo puso bajo la directa protección del papa Alejandro II.
            Pedro I le anexionó los monasterios de Obarra y San Pedro de Tabernas.
            Ramiro II de Aragón pactó en él con Ramón Berenguer IV la boda con su hija Petronila.
            Alfonso II de Aragón restituyó al abad bienes que le habían sido usurpados y le dio una nueva inmunidad jurisdiccional.
            Lleva una vida próspera hasta que Felipe II en 1571 crea el obispado de Barbastro desmembrando San Victorián. Su jurisdicción que lo era sobre cincuenta y cuatro pueblos queda reducida a Torrelisa, Los Molinos. Fosado y Charo. Carente de recursos su decclinar fue irremediable.
            Fue con Felipe V cuando parece resurgir, tras su reconstrucción. Pero en nnoviembre de 1763 sufre un incendio y en junio de 1764 ls embates de un terrible huracán.
            Destrucciones y expolios sufrió en la Guerra de la Independencia, las Guerras Civiles Carlistas, la Guerra Civil de 1936 y la desacralización de 1953 con el traslado por orden eclesiástica de su patrimonio mueble.
            Pero si hay que elegir la acción destructiva más importante que sufrió San Victorián yo me inclinaría por la exclaustración de 1835 seguida de inmediato por la desamortización regular, es decir por la incautación de todos los bienes religiosos regulares y su venta en pública subasta.
            El  Boletín Oficial de la Provincia de Huesca nº 46 de 20 de abril de 1844 anuncia la subasta del Monasterio de San Victorián. Dice así: "Sitio en despoblado, a media hora de distancia de Arro, de 4.356 varas cuadradas, consta de iglesia, plaza, patios con arcos y once habitaciones con sus correspondientes puertas. Se ha calculado que puede producir de renta anual 600 reales de vellón (r.v.) y ha sido tasado en 77.900 r.v. por cuya cantidad se saca a subasta. Fue de los Benitos de San Victorián"".
            El Boletín Oficial de la Provincia nº 65 de 3 de junio de 1844 publica una comunicación del Ministro de la Gobernación de 25 de mayo de 1844 que dice lo siguiente:
             "Ha llegado a noticia de la Reina que el antiguo monasterio de San Victorián, situado cerca del pueblo de Los Molinos y a dos leguas del rio Cinca, en la provincia de Huesca, y uno de los monumentos de su clase más antiguos en España, está próximo a enajenarse por la escasa suma de 77.000 r.v. pagadera en papel sin interés, y únicamente con el objeto de derribarlo para aprovechar sus materiales. Esta venta, que reducirá a polvo tan precioso edificio, no solo causará a las artes una pérdida irreparable, sino que hará desaparecer un antiquísimo panteón donde están enterradas las cenizas de los primeros reyes de Aragón (sic); e importando su conservación al decoro del Gobierno, S.M. me manda manifestarle a V.E. a fin de que por el Ministerio de Hacienda de su digno cargo se dicten las órdenes correspondientes para suspender la venta, encargándose por el contrario que se conserve y cuide mientras se le da algún uso de pública utilidad con arreglo a la capacidad y naturaleza que tiene".
            En el Libro de Actas de la Diputación Provincial de Huesca nº 607, en sesión de 28 de junio de 1844 se lee: "Al Diputado del Partido para que informe la R.O. que previene a la Diputación, manifieste el destino que podrá darse al exmonasterio de San Victorián".
            El informe que emite la Administración es de 21 de marzo de 1846 y dice así: "Este edificio fue, según las tradiciones históricas, el primero que se fundó en España. Fue construído y reedificado varias veces por la incesante piedad de los Reyes de Aragón y últimamente por Felipe II (sic) que mandó hacer nuevas sepulturas para los dos cuerpos reales que en él se conservan, renovando el edificio y la iglesia. Está situado cerca del pueblo de Arro y en país de montaña. En el mes de abril de 1844 debió sacarse , como estaba anunciado, a pública subasta, Pero por R.O. se suspendió la venta. Es por lo tanto este edificio digno de conservarse ya sea por su antigüedad, ya por ser panteón de reales cenizas y ya también por su mérito arquitectónico del cual no carece".

            Sorprende o no, la dejadez de la Administración, informa dos años después de la consulta y solo se le ocurre decir vaguedades y que debe conservarse. Pero la R.O. pedía que se conserve y cuide mientras se le da algún uso de pública utilidad, y de nada de estos dos aspectos trata el desdichado informe. Todo demuestra el poco interés que ha habido y hay por nuestros monumentos. Salvo que sirvan para recibir dinero o para propaganda política. Bien está no venderlo pero para conservarlo habría que haber hecho algo más que dejarlo abandonado. Tan perjudicial es la piqueta (Monasterio de Montearagón) como la acción demoledora del tiempo y los hombres (Monasterio de San Victorián).

                    Descripción.
            Es un lugar amurallado y de estructura compleja, ya que ha sido construido, destruido y reconstruido en distintas ocasiones.
            Existen lienzos de muralla y restos de torres prerrománicas, la fachada de la iglesia y la torre románicas, indicios góticos en el claustro, signos barrocos en la iglesia y neoclásicos en la hospedería.
            Tras la entrada principal, por un porche se entra a un gran patio con dos niveles provistos de una escalinata. En la parte inferior del patio un molino, cuadras y un refugio para peregrinos. A la derecha está la entrada a la parte noble con restos del claustro y la más absoluta desolación: la iglesia arruinada, la capilla real destruida. La iglesia era de tres naves que estuvieron cubiertas con bóveda de cañón y cabecera recta. La torre está adosada y es de planta rectangular con dos cuerpos de altura.

            Recientes disposiciones del Gobierno de Aragón.
            Fue declarado Bien de Interés Cultural por Decreto 21/2002 de 6 de marzo, publicado en el Boletín Oficial de Aragón nº 35 de 22 de marzo de 2002.
            El obispo de Barbastro hizo la cesión gratuita y su destino era la rehabilitación.
            El Decreto 76/2007 de 8 de mayo del Gobierno de Aragón, por el que se acepta la cesión gratuita del conjunto de edificaciones del Real Monasterio de San Victorián en Los Molinos, término municial de El Pueyo de Araguás.




































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