BODA DE URRACA DE CASTILLA Y ALFONSO DE ARAGON.
Alfonso I, llamado el Batallador, fue rey de Aragón por pura casualidad. Tuvo que morir su hermano mayor Pedro I sin descendencia para acceder al trono. Esto ocurría en el año 1104.
En el año 1108 muere Sancho infante de Castilla, único hijo varón del rey Alfonso VI, que viejo y enfermo, ve peligrar la estabilidad de sus reinos al tener que dejarlos en manos de su hija Urraca; y entonces alumbra la idea de casarla con Alfonso de Aragón. Ella tenía 28 años y un hijo habido con su primer marido Raimundo de Borgoña. Él cuenta co 35 años y siempre ha sido soltero.
La boda se celebra el año 1109 en el astillo de Muñó. Y es en diciembre de este año cuando los esposos firman los documentos de arras y donación que en condiciones normales hubiesen dado estabilidad a los reinos.
CARTA DE ARRAS QUE ALFONSO CONCEDE A URRACA.
Alfonso I de Aragón y Navarra concede carta de arras a su esposa la reina Urraca de Castilla y León, dotándola con las dominicaturas y honores de Estella, Ejea, Huesca, Montearagón, Bespén, Barbastro, Naval y Jaca y dándole a elegir entre las villas de Sos y Uncastillo.
Y además de esto convengo contigo que si Dios omnipotente me diese un hijo de ti, y yo muriese y tu me sobrevivieses, que tu y mi hijo tengais todas mis tierras que hoy tengo y en lo futuro conquiste con la ayuda de Dios, tanto yermo como poblado.
Que si no tuviese hijo de ti y me sobrevives, que sea para ti toda mi tierra, y que la tengas ingenua y libre, como propia heredad, para hacer allí tu voluntad después de mis días.
Y todo esto sobredicho con tal condición te la doy: que me tengas honorablemente, como buene mujer debe hacer a su buen señor. Y si quieres partir de mi, sin mi voluntad, que todos los hombres de tu tierra y de la mia se aparten de ti; y que todos me atiendan con todas las honores que tuviesen, y que me sirvan con fidelidad y verdad, sin engaño.
Siguen los juramentos de la reina de cumplir todas las condiciones estipuladas.
CARTA DE DONACIÓN QUE OTORGA URRACA A ALFONSO.
Le entrega toda la tierra que fue del rey Alfonso (VI) (su padre) tanto en yermo como en poblado, la que tenía y en lo sucesivo pudiera tener. Y acuerda que:
Si Dios omnipotente me diese un hijo de ti, y tu me sobrevivieses, que tengais toda mi tierra tu y el hijo que de mi tuvieseis.
Que si no tuviese hijo de ti (y me sobrevivieses), de la misma forma que sea para ti toda mi tierra, y que la tengas ingenua y libre, como propia heredad, para hacer allí toda tu voluntad durante tu vida; y después de tus días que quede para mi hijo.
Me tengas honorablemente, como buen marido debe hacer a su buena mujer. Y que no me dejes por parentesco, ni por excomunión, ni por causa alguna. Y si no me tienes honorablemente como buen hombre debe tener a su mujer y no convives conmigo, que los hombres de mi tierra y de la vuestra se vuelvan a mi y no a ti mientras me indeseeis. Que si me dejas, que todos los de vuestra tierra y de la mia me atiendan con todas las honores que tuviesen, y que me sirvan con fidelidad y verdad, sin engaño.
Se incluye luego el caso contrario, si la reina fuese la incumplidora, con penas semejantes a las anteriores.
Pero el matrimonio fue un absoluto fracaso, pero un fracaso anunciado. La antipatía entre ellos, desde el principio, era mutua. Urraca, que hubiese querido casarse con el conde Gómez González, tacha a Alfonso de sanguinario y tirano. Fallaron totalmente las relaciones matrimoniales. Urraca, mujer casquivana, con unas relaciones algo más que estrechas con los condes Gómez González y Pedro González de Lara, e inconstante en todas sus empresas, se enfrenta a un Alfonso poco inclinado al sexo femenino, posiblemente homosexual, autoritario, brusco y con una falta total de habilidad política.
Pero si esto no hubiera sido bastante, se encuentran en el centro de un huracán de envidias, odios, resentimientos y sobre todo de intereses..
Interés de la alta nobleza y clero por mantener sus privilegios que veian peligrar por el apoyo de Alfonso a la baja nobleza y a la burguesía ciudadana.
En la Carta de Donación, Urraca deshereda a Alfonso, hijo de su primer matrimonio. Aparecen nevos enemigos, la nobleza y el clero gallego que se ponen al lado del infante.
A la burguesía le concede fueros y privilegios con garantías y libertades que iban en detrimento del pago de impuestos que eran la base del poder de la aristocracia feudal. Por esta misma causa, el clero francés, traído y protegido por Raimundo de Borgoña primer marido de Urraca y asentado en el Camino de Santiago, ve disminuir sus inngresos y su poder.
Por tanto Alfonso se encuentra enfrentado al alto clero, al clero francés, a la alta nobleza y a los nobles gallegos. Por en contrario, tuvo el apoyo de la baja nobleza y de las ciudades.
No obstante estas fuertes oposiciones, creo que Alfonso y Urraca hubiesen triunfado si hubiesen constituído un verdadero matrimonio. Algo similar les ocurrió a Isabel I de Castilla y a Fernando II de Aragón, también una unión de aragones y castellana, pero aquí además de un matrimonio bien avenido fueron el ejemplo de la habilidad y el genio político, y la unión de los reinos se llevó a cabo.
La reunión en 1114 del episcopado castellano-leonés acuerda que los cónyuges eran consanguíneos (como si no lo hubiesen sabido antes de casarse) y por tanto deben separarse o serán excomulgados. Alfonso repudia a Urraca y da fin a este desastre. Y a partir de este momento se consagra a los asuntos de Aragón.
Esta unión de principios del siglo XI pudo haber adelantado los acontecimientos que se desarrollaron a finales del siglo XV. Y cómo hubiera cambiado la historia de España.
BIBLIOGRAFÍA
ANTONIO UBIETO ARTETA. Los esponsales de la reina Petronila y la creación de la Corona de Aragón.
JOSÉ MARÍA RAMOS LOSCERTALES. La sucesión del rey Alfonso VI.
JOSÉ ÁNGEL SEMA PUEYO. Colección diplomática de Alfonso I.
Y además de esto convengo contigo que si Dios omnipotente me diese un hijo de ti, y yo muriese y tu me sobrevivieses, que tu y mi hijo tengais todas mis tierras que hoy tengo y en lo futuro conquiste con la ayuda de Dios, tanto yermo como poblado.
Que si no tuviese hijo de ti y me sobrevives, que sea para ti toda mi tierra, y que la tengas ingenua y libre, como propia heredad, para hacer allí tu voluntad después de mis días.
Y todo esto sobredicho con tal condición te la doy: que me tengas honorablemente, como buene mujer debe hacer a su buen señor. Y si quieres partir de mi, sin mi voluntad, que todos los hombres de tu tierra y de la mia se aparten de ti; y que todos me atiendan con todas las honores que tuviesen, y que me sirvan con fidelidad y verdad, sin engaño.
Siguen los juramentos de la reina de cumplir todas las condiciones estipuladas.
CARTA DE DONACIÓN QUE OTORGA URRACA A ALFONSO.
Le entrega toda la tierra que fue del rey Alfonso (VI) (su padre) tanto en yermo como en poblado, la que tenía y en lo sucesivo pudiera tener. Y acuerda que:
Si Dios omnipotente me diese un hijo de ti, y tu me sobrevivieses, que tengais toda mi tierra tu y el hijo que de mi tuvieseis.
Que si no tuviese hijo de ti (y me sobrevivieses), de la misma forma que sea para ti toda mi tierra, y que la tengas ingenua y libre, como propia heredad, para hacer allí toda tu voluntad durante tu vida; y después de tus días que quede para mi hijo.
Me tengas honorablemente, como buen marido debe hacer a su buena mujer. Y que no me dejes por parentesco, ni por excomunión, ni por causa alguna. Y si no me tienes honorablemente como buen hombre debe tener a su mujer y no convives conmigo, que los hombres de mi tierra y de la vuestra se vuelvan a mi y no a ti mientras me indeseeis. Que si me dejas, que todos los de vuestra tierra y de la mia me atiendan con todas las honores que tuviesen, y que me sirvan con fidelidad y verdad, sin engaño.
Se incluye luego el caso contrario, si la reina fuese la incumplidora, con penas semejantes a las anteriores.
Pero el matrimonio fue un absoluto fracaso, pero un fracaso anunciado. La antipatía entre ellos, desde el principio, era mutua. Urraca, que hubiese querido casarse con el conde Gómez González, tacha a Alfonso de sanguinario y tirano. Fallaron totalmente las relaciones matrimoniales. Urraca, mujer casquivana, con unas relaciones algo más que estrechas con los condes Gómez González y Pedro González de Lara, e inconstante en todas sus empresas, se enfrenta a un Alfonso poco inclinado al sexo femenino, posiblemente homosexual, autoritario, brusco y con una falta total de habilidad política.
Pero si esto no hubiera sido bastante, se encuentran en el centro de un huracán de envidias, odios, resentimientos y sobre todo de intereses..
Interés de la alta nobleza y clero por mantener sus privilegios que veian peligrar por el apoyo de Alfonso a la baja nobleza y a la burguesía ciudadana.
En la Carta de Donación, Urraca deshereda a Alfonso, hijo de su primer matrimonio. Aparecen nevos enemigos, la nobleza y el clero gallego que se ponen al lado del infante.
A la burguesía le concede fueros y privilegios con garantías y libertades que iban en detrimento del pago de impuestos que eran la base del poder de la aristocracia feudal. Por esta misma causa, el clero francés, traído y protegido por Raimundo de Borgoña primer marido de Urraca y asentado en el Camino de Santiago, ve disminuir sus inngresos y su poder.
Por tanto Alfonso se encuentra enfrentado al alto clero, al clero francés, a la alta nobleza y a los nobles gallegos. Por en contrario, tuvo el apoyo de la baja nobleza y de las ciudades.
No obstante estas fuertes oposiciones, creo que Alfonso y Urraca hubiesen triunfado si hubiesen constituído un verdadero matrimonio. Algo similar les ocurrió a Isabel I de Castilla y a Fernando II de Aragón, también una unión de aragones y castellana, pero aquí además de un matrimonio bien avenido fueron el ejemplo de la habilidad y el genio político, y la unión de los reinos se llevó a cabo.
La reunión en 1114 del episcopado castellano-leonés acuerda que los cónyuges eran consanguíneos (como si no lo hubiesen sabido antes de casarse) y por tanto deben separarse o serán excomulgados. Alfonso repudia a Urraca y da fin a este desastre. Y a partir de este momento se consagra a los asuntos de Aragón.
Esta unión de principios del siglo XI pudo haber adelantado los acontecimientos que se desarrollaron a finales del siglo XV. Y cómo hubiera cambiado la historia de España.
BIBLIOGRAFÍA
ANTONIO UBIETO ARTETA. Los esponsales de la reina Petronila y la creación de la Corona de Aragón.
JOSÉ MARÍA RAMOS LOSCERTALES. La sucesión del rey Alfonso VI.
JOSÉ ÁNGEL SEMA PUEYO. Colección diplomática de Alfonso I.
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