LA CAMPANA DE HUESCA

           Se trata de una leyenda que se situa alrededor del año 1135 reinando en Aragón Ramiro II el Monje. Dice así:

          "El rey Ramiro II, un monje del monasterio de San Ponce de Tomeras, fue alzado al trono de Aragón a la muerte de su hermano Alfonso  I el Batallador, teniendo que hacer frente a una insubordinación de sus nobles. No era obedecido y el desgobierno se extendía por el reino. Entonces decide pedir consejo al abad de San Ponce, su maestro, aa travvés de un emisario. Al conocer el abad la pregunta, lleva al mensajero al jardín del monasterio y sacando unas tijeras va cortando una tras otra las flores más altas del jardín. Concluida la operación le dice al mensajero que vuelva y cuente al rey cuanto ha visto. Ramiro entiende el mensaje; convoca Cortes en Huesca para mostrar a sus súbditos una gran campana cuyo sonido sería tan fuerte que se oiría en todo el mundo. Cuando los nobles que acudieron fueron llevados a visitarla, contemplaron horrorizados que estaba formada por las cabezas de los nobles más revoltosos, una de ellas colgando simulaba el badajo. De esta manera la rebelión acabó y la pacificación alcanzó a todo el reino".

          Leyenda es definida por nuestro Diccionario de la Lengua Española como una relación de sucesos que tienen más de tradicionales que de históricos o verdaderos.

         Yo creo que en todas las leyendas hay un fondo histórico que por transmisión oral ha ido pasando a través de generaciones, a veces magnificando los hechos, depurándolos y siempre modificándolos para que adquieran un carácter épico.

          Un cronista árabe, Al-Bayan al-Mugrib de Ibn Idari, nos da un indicio de lo que pudo haber pasado.Según este, Ramiro II había firmado una tregua con el gobernador almorávide de Valencia, que alrededor del año 1135 fue rota por el asalto a una cara caravana que desde Fraga iba hacia Huesca. El alcaide de Huesca denunció  el hecho a Ramiro II, quien reunió una asamblea de eclesiásticos y nobles en la que pidió consejo sobre como castigar a los que habían roto la paz. La asamblea los consideró culpables y dejó el castigo a la autoridad del rey. Este hizo devolver los bienes robados a los musulmanes y ordenó decapitar a los nobles rebeldes.

          Estos datos apuntan a que la matanza de nobles pudiera haber sido un acontecimiento verídico.

          Hay otro hecho comprobado, y es que a partir de agosto de 1135 una serie de nobles desaparecen en las listas de tenentes. Parece congruente que estos nobles, que desaparecieron totalmente de las fuentes en la época de los hechos estudiados, nos hace sospechar que algo grave debió ocurrir.

          Por último, Carlos Soler y Arqués en su obra "Huesca Monumental" editada en 1864, nos refiere lo siguiente:

          "Dícese que Ramiro II mandó luego enterrar a sus ricos hombres en la iglesia de San Juan próxima a su palacio.

          A principios de 1850 cuando se demolió la iglesia de San Juan, en cuyo lugar se construyó la actual plaza de toros ( es ta plaza no es la que actualmente vemos), encontraron los trabajadores, y vieron muchos oscenses, urnas que solo contenían cabezas y sepulcros que solo encerraban troncos de cuerpos humanos. Las urnas que ccontenían las cabezas tenían una campana y una espada pintadas. Dentro de algunos sepulcros se halló también una espada. Solo u nombre se leia, sirviendo de epitafio a todos los sepulcros. Era el nombre de Ordás, y junto a él un escudo de armas con la campana, una mata de col y una cruz, insignias que recordaban que aquel era el caballero cuya cabeza sirvió de badajo a la famosa campana. La codicia o la ignorancia todo lo destruyó: ni ressto ha quedado de aquellos preciosos objetos históricos. 

          No hay memoria en Huesca de ninguna otra ejecución sangrienta".

         Las fuentes históricas nos dicen que la Campana de Huesca es una leyenda.Pero también nos llevan a pensar que huboalgo real y muy violento entre Ramiro y algunos de sus nobles.