INFANTE JAIME DE ARAGÓN.
Siempre me ha llamado la atención la presencia de ciertos personajes que por sus cualidades físicas o por sus trastornos psíquicos o por sus ansias de poder o por no poder soportar las cargas del poder han destacado, pero no han tenido gran influencia en la historia de Aragón.
Yo, que no soy historiador, me ha llamado la atención este personaje, que no fue nadie pero que bien pudo ser rey de Aragón, muy posiblemente para desgracia de los aragoneses.
Elm infante Jaime nació el 29 de septiembre de 1296 y murió en Tarragona en 1334. Era hijo del rey de Aragón Jaime II y de su esposa Blanca de Anjou.
Fiueron sus hermanos:
María (1297-1347)
Alfonso (1299-1336)
Constanza (1300-1327)
Isabel (1301-1330)
Juan (1301-1334)
Blanca (1302-1348)
Pedro (1305-1381)
Ramón Berenguer (1308-1365)
Violante (1310-1353
Fué acordado su matrimonio con Leonor, hija de Fernando IV de Castilla, en 1312 cuando esta contaba cuatro años de edad por lo que para celebrar el matrimonio hubo que esperar a que cumpliera la edad legal.
- Cuando más se acercaba la boda el príncipe se volvía más introvertido e irritable. El rey Jaime II fijó la fecha de la boda para 1319. El infante escribió a su padre comentándole que nunca había tenido relación con mujer valguna, que no pensaba casarse y que profesaría en una Orden religiosa.
- El 3 de octubre de 1319 se formalizó ante notario en Gandesa su matrimonio, tras una violenta entrevista con su padre.
Pero en noviembre de 1323 aparece por Valencia y entabla relación con una mujer licenciosa. Jaime II ordena al infante Pedro, conde de Ribagorza, que se hiciera cargo de su hermano. Fue conducido a Santas Dreus donde su padre lo castigó con dureza. A partir de este momento no vuelve a aparecer en ningún documento.
Murió en 1334 y fue enterrado en la catedral de Tarragona.
Ante la renuncia al trono del príncipe Jaime, quedaba como heredero el príncipe Alfonso. Jaieme II rehace el testamento por el que deja como heredero a Alfonso y a los hijos de este, y si
muere vsin descendencia. a los infantes Pedro y Ramón Berenguer.
El infante fue una personalidad compleja, probablemente con algún trastorno mental, homo-
sexual, depravado, de extrema religiosidad. Era inestable, irritable, ratraído, enigmático.
No parece que fuera la virtud y celo religioso la constante del infante. Se dice que dejó la pe-
sada carga que tendría con ser rey para con más libertad entregarse a toda clase de vicios.
Fue una constante preocupación para su padre.